viernes, octubre 20, 2006
Otra niña angurrienta más

Camino. Y me cuelgan ideas de los pulgares de los pies. Algunas me hacen cosquillas. Pero, básicamente, las ideas dicen algo así:
Hablan sobre Adela: una niña con la boca abierta a 360º. Siempre.
Él que se para frente a ella puede ver de una sola vez todo su interior. No sólo su paladar y campanilla. Si no también todos sus aparatos. Digestivo, respiratorio, cardiovascular, urinario y reproductivo.
No sólo eso: también sus aparatos electrónicos. Radiodespertador. Microondas. Televisor. Computadora. Minicomponente.
Y es por eso que tiene la boca tan abierta, me enteré el otro día. Resulta que la última vez que ingirió uno de estos aparatos, no pudo volver a cerrar su boca otra vez. Algo pasó con sus mandíbulas. Fue un televisor de 27 pulgadas. Una suerte.
Ese año en la escuela pudieron ver el mundial en los recreos.
¡Pero pobre Adela! Cuán complicado es tomar su chocolatada por las mañanas. Hacerse gárgaras. Masticar chicle. Decir el abecedario. Enojarse con pucherito. Comer tallarines.
Pero nada comparado con su primer beso….
Mejor me ato los cordones. Nadie quiere escuchar semejantes ideas.
Comments:
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¡Ay, Gaby, seguís impresionándome con tu humor, tu capacidad de delirio, tus ideas que yo sí quiero seguir escuchando, te lo aseguro!
Gaby, tus delirios son geniales. Pero tan extraños, sugerentes, poéticos, que son irresistibles.
¡QUIERO MAS!
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